domingo, 18 de abril de 2010

Memoria frente al Olvido.


20/2/07. Poema que nos envía Belinda.

Y como testigo el cielo
y los montes que los vieron
envejecer día a día.

Como resaca la noche
y ese maravilloso sueño
donde a sus casas volvían.
Mañana triste y nublada
nubes de color de sangre
presagian, huelen la muerte
al amanecer del día.

Procesión solo de hombres
las mujeres no podrían
picos, azadones, palas
en la triste romería.
Las nubes ya no son rojas
negras como lo es el día
para ellos que se fueron
y los que dejan con vida.

Belinda.



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Los testimonios nos dicen que, presionados por Lorenzo López “El Lobo” (Alcalde de Fuentebella), obligaron a matarlos a algunos vecinos de Fuentebella). Tenemos las últimas palabras que pronuncio el Antonio Cabrero y parece que otra vez nos ponemos sobre la zona fosa.


Han hablado con una persona que conoce lo sucedido. Tenía 14 años cuando “los sucesos” en Fuentebella.
  • Ha comentado que los mataron el 3 de septiembre de 1936.
  • Se ha puesto a dibujar un mapa.

Le pregunto si ella cree que está dispuesto a hablar y si sería posible que nos reciba. Nos contesta que sí, que llamemos a su cuñada para ver si es posible el encuentro ó qué hacer para hablar con él.

Hoy es 21 de Febrero de 2007, los tres últimos meses han sido de intensa actividad pero con importantes resultados. A pesar de lo duro del tema, la búsqueda ha sido gratificante y nos ha llevado a poder conocer los hechos y la fecha de la muerte del abuelo. Así mismo, hemos recibido la calidad humana, de los hogares y de la memoria colectiva de muchas personas que, a pesar de los 70 años transcurridos, han guardado en sus recuerdos los últimos días del abuelo y la injusticia cometida. 

21/2/07. Correo que envía Paco.
Me alegro mucho que las cosas vayan por buen camino. Tu abuelo se a convertido en el abuelo de todos a los que nos parece horrible lo que hicieron con ellos, ya solo queda buscar y encontrar aunque sea tarde, a lo dicho aquí estamos para lo que haga falta.
Un saludo. Paco.

23/F/07. Llamamos por teléfono a una familia en la Rioja. Testimonio de lo que le contó su tío.
Él, tenía 14 años, era pastor en Fuentebella y recuerda con detalle lo sucedido. Está dispuesto a entrevistarse con nosotros y contarnos lo que sabe. Nos adelanta algunos datos importantes.

Nos cuenta que cuando pasó esto, un grupo de hombres fueron a casa del cura de Fuentebella y le cantaron, “Si supieran los curas y Frailes”, el cura los vio por la ventana, no salió y no paso nada. Transmite otras cosas sucedidas en Fuentebella y Cornago en esos días. Ella y su padre pudieron ver en esos campos como detenían y se llevaban en otra ocasión a otro hombre, a quien pensaron en esconder y por el que no pudieron hacer nada.

Nos confirma que fue el tres de septiembre, en Moscares. Su tío, recuerda el lugar y puede dibujar un plano indicando dónde están enterrados. Sabe que uno era el alcalde de Pitillas y el otro Valentín Llorente, de Igea y Maestro en Fitero, nos dice que los abuelos de Valentín eran de Valdemadera. Nos queda claro que conoce con detalle el tema.

Por los datos que nos da y viendo los gráficos sobre la zona, nos aproximarnos hasta el huerto donde esta el cantarral. Dice que hay una pared de piedra donde estaba la huerta, en este lugar nos sitúa la fosa, tapada con piedras entre el cantarral grande y el barranco que baja. (Todos estos datos nos cuadran con los anteriores, pero parece que lo delimita todavía más). Dice que él, “ahora no puede bajar”. Recuerda que una vez estuvo a punto de levantar las piedras para ver a qué profundidad les habían enterrado, pero que no lo llegó a hacer por miedo de que alguien le viera. Continúa diciendo que cuando llegaron al otro pueblo, (Acrijos), Cirilo los acogió, pero que había mucho miedo y que  al tiempo les dijo que tenían que irse. -Quedamos en entrevistarnos-.

Se marcharon hacía Fuentebella, se escondían por los corrales de Tananclera; algunas personas les daban comida, en especial un cabrero. Dice que les mataron aquí,  y que después les quitaron el cinturón y asegura que enterraron a los dos juntos, cerca de una huerta que tenía una pared, entre el cantarral grande y el barranco y que, el alcalde de Pitillas, antes de morir dijo:

“No siento morir,
sino que te dejo cuatro criaturas”.


25/2/07. Correo que envía José desde Barcelona.
Hola. Muchas gracias por vuestras noticias. Nos alegramos que finalmente las cosas se aclaren. Lo que me comentas del dolor, el miedo y el sufrimiento de todo el pueblo de Fuentebella y también de Acrijos puedo entenderlo, de alguna manera eso es lo que nos había llegado a nosotros. Te animamos a que por fin consigas lo que buscas y podáis enterrar a tu abuelo en paz.
Mantennos informados, este tiempo es algo malo para nosotros por problemas familiares, pero si vienes a Barcelona mándanos un e-mail y estaremos encantados de conoceros.
Saludos, Jose
 

 4/3/07. Entrevista.
Nuestro enlace y quien nos proporciona la cita es su sobrina, quedamos en la estación de autobuses.
 
Nos espera en la sala, sentado en un sofá, nos presentamos y nos sentamos a su alrededor. Tiene 85 años y tiene un problema para pronunciar, se hace difícil entender algunas cosas, su hija ayuda a traducirnos y con la atención de todos, comienza su relato.
 
Completa su testimonio con un mapa que ha dibujado sobre la zona de la fosa. En un cartón de envoltorio de chocolate, nos dibuja la huerta o finca junto a la que se encuentra la fosa, poniendo los nombres de los términos, corrales y barrancos de los alrededores y nos sitúa en la finca-huerta de Sebastián Ortega.

 
Dice que están enterrados junto al barranco Pertigoso, los dos, en una misma sepultura, junto a la pared de fuera de esta huerta o finca, (a uno o dos metros de la tapia). Más cerca de la huerta que del barranco. La huerta está junto a una peña bajita. Frente a la peña esta la tumba. La fosa no esta en un cantarral, sino que colocaron un rectángulo de piedras tapando la fosa. (Con forma de sepultura). Dice que en 30 años no le salieron manchas de moho a esas piedras. Su padre tenía por allí árboles y tenía un chopo que cuidaba cerca de la sepultura.
 
La huerta tenía una caseta muy pequeña, de losas. Dicen que se encuentra frente al “Casal del Moro”, a setecientos metros, bajar y cruzar el barranco y en frente.
   
Esta claro que hablamos del mismo sitio pero nos cuesta ponernos de acuerdo, hace 30 años que no han estado en este lugar, aunque nos dicen que trabajaron esas tierras y que conocen bien el lugar. No reconocen la zona en la foto, pensaban que estaría repoblada. Yo, viendo sus dibujos sobre la zona, creo que lo tengo claro, como dicen, es frente al Casal, y esta parte es la que se ve en la foto. Las fincas estaban registradas en el catastro de Fuentebella. Si lo localizamos en San Pedro, tendríamos el plano del lugar exacto.
 
Le contamos algunos datos de lo que nos van diciendo unos y otros y nos dice que cuando tomaron Fuentebella, cuando los tiros y el simulacro de fusilamientos, cuando volvieron a por más hombres, alguien con valor, salio al frente y dijo: “Aquí no matan a más, o nos matan a todos o no matan más”. Los que Iban vestidos de Falangistas se marcharon todos a la taberna a beber y merendar”.
 
La guardia civil tenía controlado que estaban por los corrales de la comarca, le pregunto si les mataron ellos y me dice que no. Le comento si les obligaron a los pastores a matarlos y me dice que no, que a cazadores, pero no dice que les obligaran. Pregunto si estaba el Lobo y me dice que si. Lorenzo López,  “El Lobo”. Le comento los nombres de otros, y me contesta afirmando que eran cazadores. Comentamos lo que decían de  Ubaldo y me dice que con lo que le he contado y lo que el nos dice del sitio donde están, que ya lo sabemos todo.
           
Comenta que, si hubiéramos venido a preguntar hace 30 años, nos hubiera dicho que no sabía nada, por miedo, dice que ahora ya no es como antes, no tiene miedo. Nos insiste en que tenemos que pedir permiso, que no hagamos nada sin permiso pues nos puede llevar a la cárcel la guardia civil, (se ríe). Le dejamos claro que aremos todo bien, que no se preocupe por eso.
 
Viendo lo que ya sabemos se anima y nos cuenta más, dice que cree que la orden salio de San Pedro Manrique. Del sargento, este era amigo del Alcalde de Fuentebella, del Lobo, y le dijo algo así como “Hay que matarlos y será mejor que los mate usted”.
 
Nos dice que Anastasio, “un cabrero” les llevaba comida y estaba mucho con ellos, les ayudaba. La noche anterior a que les mataran, Anastasio se escapo a esconderse, tenia miedo de que fueran a por él. Buscaron a su padre, Florentino, y apuntándole con una escopeta le preguntaron por su hijo, este no sabía donde estaba, le amenazaron y le dijeron que fuera con ellos a buscarle, informándole de que se trataba. Florencio les dijo que no hacia falta buscar al hijo, “vamos, los huidos están en un corral cercano al pueblo”.
 
Llegaron junto a la caseta del corral y junto a la puerta con la escopeta dispararon un tiro, salió uno, dijeron, que salga el otro, salió. Les ataron a una cuerda y les bajaron a Moscares. Mataron primero al alcalde de Pitillas, lo llevaron detrás de la caseta y como a diez metros le dispararon un tiro y murió. Nos recuerda las palabras que el abuelo pronunció antes de morir. “No siento morir, sino que te dejo cuatro criaturas”. Seguido mataron al maestro. Dice que mandaron enterrarlos a otros y que lo hicieron en una misma sepultura junto a la huerta donde nos dice.

Al otro día de matarlos el alcalde mando a algún hombre al Ayuntamiento de San Pedro Manrique para confirmarlo, y dice que lo dieron por la radio. Por eso lo de la copla de Igea.  Ahora ya lo sabes todo.  
 
La hija dice que ella trabajo en esa huerta pero que no supo de esta historia hasta que fue de Fuentebella, “no se lo dijeron antes para que no pasara miedo en la huerta”. Él, nos insiste en que pongamos bien el dibujo que nos a hecho, que lo estudiemos bien, que miremos si entendemos bien todas las letras que ha escrito. “Haz caso a lo que te digo yo y los encontráis”. Si me necesitáis… llamar, si estáis por el sitio más o menos… llama, o venís cuando haga falta. Se lamenta de no poder ir, le gustaría hacerlo y señalarnos él mismo el lugar donde están.
   
Nos dice que tendríamos que llevarnos a los dos, que no dejemos al otro allí; le decimos que por supuesto, que eso ni se nos ocurre y que llevaremos a Valentín Llorente a Igea, sea como sea. Se sonríe y dice que bien.
 
Pregunta quién era el abuelo, con cierta ironía y sonriendo pregunta “si era de los malos”; le contamos que era alcalde republicano, socialista…y dice, “eso, eso, decían que eran malos, pero no era así, peores eran los que los mataron”, “los mataron porque eran contrarios al régimen, por las ideas”. La hija, que se ve que conoce bien la historia por su madre y padre, conoce bien la zona y la situación de la huerta, se animaría a bajar un domingo.
 
Conocen el corral en el que estaban, cerca del pueblo. También hablan algo a cerca de las escopetas con la que les mataron. Dicen que las tenía guardadas un tal, tío Saturio. Al poco tiempo de asesinarles, un día bajo al pueblo la guardia civil de San Pedro, citaron a dos o tres del pueblo, les dijeron que venían a requisar las escopetas, que tenían que llevárselas, pero que no se preocuparan, que no les iba a pasar nada, que si les seguía interesando recuperarlas, les avisarían cuando las saquen a subasta. Con esta operación las escopetas volverían a sus dueños y al ser compradas en una subasta de la guardia civil posterior a los hechos, estas quedarían así legalizadas y fuera de cualquier sospecha o acusación.
 
Los testimonios nos dicen que, presionados por Lorenzo el Lobo (Alcalde de Fuentebella), fueron a matarlos algunos cazadores vecinos de Fuentebella. Obtenemos, al menos, cuatro nombres que estaban en el lugar cuando les asesinaron, alguno de ellos contaba él mismo que había rematado al maestro.



   
10/3/07. Enviamos los datos a la Fundación Aranzadi y al portavoz de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra.

7/3/07. Correo que nos envía Paco.
Hola, ¿que tal van las investigaciones? hoy estaba en el monte y a parado un coche, para hablar con migo y mira que casualidad que eran tres guardas forestales de la zona de san pedro Manrique.
 
Los mas indicados para conocer la zona como esta ahora mismo. No podía perder la oportunidad, y les he comentado el tema de tu abuelo se han sorprendido pues no tenían idea. Y como les he dicho que queríamos subir en breve para ver la zona, me han dado su teléfono para llamarlos antes para facilitarnos los accesos, pues en algunos caminos ponen cadenas para que no pase la gente. Creo que serán de mucha ayuda por que ellos conocen perfectamente el terreno.
Venga un saludo.
 
18/3/07. Hola Paco.
Gracias por la gestión con los guardas, justo estaba pensando en contactar con algún guarda rural, seguro que nos es de gran ayuda a la hora de ir allí. Te cuento que el domingo estuvimos hablando con una familia que conoce el tema. Éste nos contó algunas cosas más y nos dibujó un mapa donde aparecía una huerta y junto a la pared de ésta nos dibujó la fosa donde están enterrados. Dice que él sabe que están allá y que no es en un cantarral, sino que del cantarral cogieron algunas piedras y las colocaron en forma de sepultura, (en rectángulo). Nos da bastantes pistas y nombres del término y de donde encontrarlos. Ya solo nos falta ir un día y peinar la zona, ya quedaremos.
 
Nos ha dicho a quién pertenecía la huerta o finca donde están, por lo que estoy pendiente de conseguir el mapa del catastro de Fuentebella y comprobar donde se encuentra la finca de este hombre sobre el mapa catastral.
Nos vemos en breve. Un abrazo.
 
19/3/07. Correo de Paco.
 
Hola. No te preocupes déjamelo en mis manos, intentare hablar con los guardas a ver si me enseñan cuales son los corrales en concreto y así cuando vengas saber dónde vamos. La manera de llegar a la zona ya la se lo que pasa que hace un tiempo malísimo. Hoy esta todo nevado. Cuando sepa mas ya te diré.
Un saludo.


   
24/3/07. Entrego el informe a mi padre. Imprimo varias copias y las envío a toda la familia.
Todos agradecen la entrega de los datos.
   
15/4/07. Toda la familia ha recibido ya los datos, y tras las llamadas y correos que hemos recibido de todos ellos hasta hoy, podemos ver como todos han recibido el informe con agrado y emoción. Esperamos encontrar pronto al abuelo y que nos podamos reunir todos para llevarlo a Pitillas.  

   
Asunto: Carta sobre el Alcalde de Pitillas 
Fecha: sábado, 31 de marzo de 2007 10:38
Hola. Soy de Acrijos. Al leer tu mensaje recordé la historia que tantas veces me contó mi padre, ya fallecido, sobre esos hechos. Me dio un vuelco el corazón al recordarlos y ver que coincidían con lo que tu decías.
 
Lamentablemente, no te puedo ayudar mucho, pero si tienes todo mi apoyo moral para recordar "a esos buenos hombres que no habían hecho mal a nadie" según frase textual de mi padre.
 
Llevo varios días intentando recordar lo que contaba mi padre, que entonces tenia 26 años y he podido rememorar lo siguiente:
 
Casi todos los hombres de los Pueblos de la comarca de San Pedro Manrique bajaban todos los años a trabajar de pastores a la Ribera Navarra, de octubre a abril. Uno de estos, que en esa época era muy republicano y revolucionario debió tener contactos con republicanos de la Ribera. Al ser perseguidos tu abuelo y su compañero huyeron hacía las montañas de Acrijos y contactaron con ese republicano, quien les dejó un corral que tenía cerca de la muga de Cornago, en el paraje que tu citas. Así estuvieron más de un mes, hasta que se corrió la noticia de que un piquete de falangistas subía a por ellos. Hubo una reunión en el pueblo para ver que hacer con ellos: unos decían que entregarlos a los falangistas, otros se oponían, entre ellos mi padre, porque eso suponía una muerte segura, y además  porque no habían hecho ningún daño al pueblo y eran buenas personas. Al final se decidió avisarles de lo que pasaba y que se fueran del término municipal. Así se dirigieron al de Fuentebella. Los de ese pueblo se reunieron y por miedo, según contaba mi padre, decidieron matarlos. Mi padre no sabía  el sitio exacto, era una zona cerca de la Alcarama y los Tres Mojones.  
 
 No se si lo que te cuento, te habrá aportado algo nuevo, a lo que tu sabías.
 
Intentará ayudarte. En Tudela hay muchos de Fuentebella, mis hermanos viven allí intentarán contactar con alguno. Me parece muy loable lo que haces, ya es hora que al menos los inocentes Republicanos tengan, al menos, una tumba digna.  
Contestamos su correo y ella ya no contesta.

8/4/07. Nueva entrevista.
En casa nos recibe diciendo; “menudo esfuerzo y empeño que estáis poniendo” y que el día que estuvimos hablando no pudo dormir. Nos dice también que vio “cuando volvían los hombres de enterrarlos, era de madrugada, con palas picos y azadones, y Lorenzo “el Lobo” con ellos…”
   
Hablamos durante más de una hora. Nos había hecho varios mapas sobre la zona con todos los nombres y detalles que recuerda. Nos dice que el corral cercano a Fuentebella donde les cogieron se llama "Corral de la Era de Alonso". Nos señala en qué lugar asesinaron al abuelo, junto a la peña, y un poco más abajo en el camino hacia Valdemadera mataron a Valentín Llorente.


   
Cree que trataron de engañarles diciéndoles que les llevaban a Valdemadera, al pueblo de los abuelos de Valentín. Pero que “ellos no eran tontos y ya sabrían que los llevaban a matar". Charlamos de varias cosas que quedaron grabadas. Dice que le vayamos a ver cuando les encontremos y nos explica los caminos por los que acceder. Le notamos muy movido con la búsqueda, no ha parado de dibujar mapas. Dice que cuando les encontremos vayamos a contárselo.
   
Su hija, nos dice que podría ir al sitio el 29 de abril o primero de mayo y quedamos en llamarnos para concretar. El tiempo no está acompañando para poder ir al lugar, las pistas están con barro de la pasada nevada, está lloviendo bastante y como es zona de barrancos, aconsejan esperar. Tenemos ganas de volver cuanto antes, pero lo dejamos para ir con ella, entre el 29 de abril y 1º de Mayo.
   
"El olvido no es victoria / sobre el mal ni sobre nada / y si es la forma velada /de burlarse de la historia /... /no olvida el que finge olvido / sino el que puede olvidar".


Mario Benedetti.