miércoles, 14 de abril de 2010

Rastreando la zona por Internet


Enero/ 2006.
Impresionado por el viaje a Fuentebella, comienzo a mirar en Internet mapas y material sobre la zona y sobre el tema de fusilados y Memoria Histórica. Es increíble la cantidad de búsquedas similares y textos que encuentro, cientos de páginas de todo el estado, pero ninguna referente a Soria, salvo algunas referencias al libro de la represión.Rastreo por si hubiera alguna información o contacto sobre la zona de San Pedro, con intención de conectar con alguien y documentarme sobre la zona, Mapas etc., encuentro algunos foros, bastantes temas comerciales y de folklore, pero muy poco o nada referente a este periodo de la historia. Hay varias paginas sobre historia de la zona, pero en casi todas pasan de largo estos años como si lo ocurrido no tuviera ninguna importancia. Algunas páginas hacen referencia al libro de Herrero y Hernández, sin entrar en contenidos; en otras, de pasada, se alude a lo triste de lo acontecido evitando entrar en el tema por aquello de no abrir heridas. Como si las tuviéramos cerradas.

Envío algunos correos a diferentes páginas sobre Memoria Histórica, con la intención de ver como funciona esto de las búsquedas en Internet. Me resulta complicado de primeras, encuentro cientos de búsquedas similares, se agradece encontrar gente al otro lado con búsquedas similares, gente que atienda nuestro mensaje y participe de él.



Encuentro la revista “Sarnago Vive”.
Revista cultural del pueblo de Sarnago. En uno de sus textos, Bonifacio Pérez,  cuenta lo sucedido en Sarnago y Fuentebella el día en que llegaron los requetés en 1936, nos cuenta  algo parecido a lo dicho , pero aporta más datos.






RECUERDOS DE MI INFANCIA
Articulo publicado en la revista Sarnago Vive.
                                                    
Era Agosto del año 36, poco después del llamado Alzamiento Nacional, época de trilla, con 9 años recuerdo un pasaje no muy afortunado que ocurrió en el Pueblo.

Cuando estábamos todos en las faenas de la era, apareció un Sr., creo que cura de Matasejún (esto último no lo puedo asegurar), vestido de requeté y con pistola al cinto. Se presentó al Alcalde y dijo que venía a tomar Sarnago para las tropas nacionales. De la pared de la escuela, arrancaron el retrato de Dolores Ibarruri “La Pasionaria” y en su lugar colocaron un crucifijo (el retrato de Franco vendría más adelante). Las mozas del pueblo, tuvieron que improvisar un trozo de tela roja, para coserla sobre el tercio morado de la bandera Republicana. Así es como Sarnago pasó a ser del bando Nacional.

Una vez “tomado Sarnago”, a dicho Sr., se le ocurre ir a “conquistar” Fuentebella. En el pleito que mantenía Sarnago y Fuentebella por un problema de lindes, cada pueblo tenía su propio abogado, el de Sarnago parece ser que era de derechas y el de Fuentebella de izquierdas.

Este misterioso requeté, consigue reunir un grupo de jóvenes (voluntarios y no tanto), y marchan hacia Fuentebella. Algunos montados en caballerías otros a pie y este “buen Sr. en un precioso caballo blanco; algunas escopetas que yo no logré ver”. Cuando llegan al destino, reúnen a todo el pueblo en la plaza, primeramente mitin político por parte de este siniestro personaje. A continuación cogen a un vecino y acompañado de algunos “escopeteros”, lo suben a las eras, bromean con él, y al cabo de un rato en la plaza del pueblo se escuchan unos disparos.

Vuelven a por otro, y la misma operación. Los de la plaza llorando y los de las eras bromeando. Cuando se cansan les dicen que es una broma y se vuelven para Sarnago riendo y haciendo bromas.

A los pocos días, y con justicia, las risas se convierten en lágrimas, cuando a los que participaron en semejante tropelía, les llegan notificaciones de denuncias y agradecidos que el caso no pasara a mayores.

Según se supo poco después el  Sr. Requeté” también tuvo su merecido.

(Intento localizar al autor del artículo, pero no hay nada sobre su dirección).

El cura requeté, parece que era, el párroco de Matasejún, localidad cercana a la zona. Por la zona de Manrique también andaba un tipo apodado “El Delegado”, falangista, que sería uno de los asesinos destacados de esta zona. Por la zona, además de los falangistas de Manrique, habrían pasado una partida de asesinos requetés, con curas al frente, que desde Fitero y alrededores se juntaron para salir a buscar y asesinar a los vecinos de Fitero escapados a estos montes que mugan con la localidad. (Leer el capítulo de Navarra 1936 sobre lo sucedido en Fitero). También al parecer pasaron unidades de la columna Escamez, procedente de Navarra y reforzada por voluntarios Carlistas, militares y hasta curas y frailes con el fusil en bandolera que marcharon por la Rioja hasta Pradejón. Ninguna localidad pudo ofrecer una resistencia armada eficaz.